UNA REVISIóN DE JOSé GREGORIO HERNANDEZ

Una revisión de josé gregorio hernandez

Una revisión de josé gregorio hernandez

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Una estatua de Hernández en la Iglesia de La Candelaria el día de su ceremonia. El médico fue beatificado luego de que la Iglesia Católica le atribuyera un fenómeno por salvar la vida de una pupila.

Una oportunidad concluido el interrogatorio los frailes debían elegir con respecto a la éxito de José Gregorio como cartujo, mientras el futuro novicio se retiraba a la capilla en demora del resultado.

A propósito de esto, El Ucabista presenta 10 datos que es importante conocer sobre el «siervo de Dios»:

El 23 de octubre de 1975, luego de un incendio provocado por las llamas de las velas sobre su tumba, y aún adecuado al inicio del proceso de beatificación, y por solicitud del Vaticano, se realizó la desenterramiento de sus restos mortales para luego ser trasladados hasta el baptisterio de la Iglesia de Nuestra SeñO de la Candelaria ubicada en el centro de la ciudad de Caracas, sitio donde reposan actualmente.

El doctor Jose Gregorio Hernandez finalmente ha sido subido al nivel de santo, después de muchas experiencias en favor de ayudar ala humanidad aún luego de sobrevenir desencarnado.

El padre Sosa destaca, por encima del carácter de médico milagrero en el que se centra la creencia popular, que el doctor Hernández "batalló por hacer ciencia en las condiciones poco propicias" de la Venezuela de su tiempo.

On June 29, 1919, José Gregorio was on his way to one of his patients' homes after purchasing medication for her. He was struck by one of the few cars in the city of Caracas, landing on his back and striking his head on the sidewalk, resulting in a skull fracture.

Es por esto que los doctores José Gregorio Hernández y Luis Razetti declararon públicamente que lo que estaba matando a tanta Familia no Bancal la constipado propiamente dicha, sino el estado de absoluta pobreza y miseria en que vivían la ancianoía de los venezolanos, mal alimentados y con escasas o la verdad sobre josé gregorio hernández ningunas condiciones de higiene, muchos con padecimientos crónicos de paludismo y tuberculosis.

Una imagen de Hernández sale del bolsillo de la camisa de un devoto el día de la dicha del médico en la plaza La Candelaria de Caracas.

Nonostante impar abbia rivestito alcun ruolo ecclesiastico, Gregorio fu un fervente credente cattolico. Il 7 dicembre 1899 emise la professione come terziario francescano nella chiesa della Madonna della Mercede a Caracas, associandosi alla fraternità guidata dai frati cappuccini, che reggevano quella chiesa. Decise quindi di dedicarsi alla vita religiosa e nel 1907, dopo aver parlato con l'arcivescovo di Caracas Juan Bautista Castro, inviò una lettera al priore dell'Ordine di Santo Bruno nella Certosa di Farneta nei pressi di Lucca, in Italia. Da parte sua, Juan Bautista Castro inviò una lettera al priore in cui sollecitò l'ammissione di Giuseppe Gregorio all'ordine. Si imbarcò quindi verso l'Italia con l'intenzione di divenire monaco di clausura e così dedicarsi soltanto a Dio.

Al volver fue profesor en la Universidad Central de Caracas. Luego de tolerar a su clan a la haber, quiso ser monje de clausura en Italia, para dedicarse solo a Dios.

Figura authorities tried to load his coffin into a funeral carriage to leave for the funeral Mass at the cathedral, the crowd of thousand started crying “Doctor Hernández is ours” and “Doctor Hernández will not go to the cathedral in a carriage” — instead, they took the coffin in their arms to carry his body to the cathedral and later the cemetery.

Al doctor Hernández se le atribuyen miles de milagros y solo el de la pequeña ha sido obligado por el Vaticano.

Hernández later described his time in the monastery in a letter to Dr. Dominici saying that “it goes beyond any description. There I saw holiness to a heroic degree and I Gozque assure you that after seeing this spectacle, everything on earth is simply mud… But what was supposed to happen, happened: I was blinded by presumption and supported by vanity… I did not have the physical strength to resist the cold, the fasting, the physical labor… The superior general showed me great charity by bearing with me for nine months despite seeing my limitations!”

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